Thursday, 9 March 2017

Aquel maldito rencor



Aquel maldito rencor
   Sonó el teléfono, eras tú. Un susurrante “vuelve, por favor” se deslizó sobre mi oreja, pero yo me resistía a escucharlo. Bloqueado y absorto me sumergí en un amargo viaje a través de los túneles de la memoria. El vagón estaba repleto de viejos baúles que fui examinando uno a uno: juguetes rotos; canciones; risas y llantos que se abrazaban; relatos inacabados; deseos, muchos deseos; todo fue apareciendo enmarañado en un revoltijo sin fin. Tuve que buscar y buscar hasta poder encontrarlo. Allí estaba, agazapado en el fondo, aquel cobarde, aquel maldito rencor. Al arrojarlo por la ventana, un aroma intenso de flores silvestres invadió el tren desde el paisaje.
   Regreso. Libre ya de hados y fantasmas llego a la estación donde me esperas. Estás preciosa.