Te querré. A pesar de todo te querré.
Y tú me querrás, sí, pero... él te querrá también, y tú a él.
Ese será el problema: nos querremos y nos odiaremos los tres, como
posesos, como náufragos en un tortuoso mar de celos. Será un
calvario. No iré. Por eso esta noche no iré a tu encuentro.
La luna se elevará despacio entre los
álamos del camino, ese camino noctámbulo hacia ti que hoy no
andaré. Los gatos fundirán sus maullidos con mi llanto. Tú verás en cada pared la sombra de mi ausencia. Inquieta me esperarás un
minuto tras otro. Me llamarás, pero no contestaré. Un escueto “no
iré” será mi mensaje. No entenderás nada. Yo te imaginaré
confusa, abatida y desconsolada. No lo resistiré, mi corazón
estallará en pedazos.
No y mil veces no. Jamás te haré
sufrir así. Iré. Definitivamente iré a tu encuentro. Esta noche te
comeré a besos.
¿Y mañana... ? Mañana ya veremos,
qué más dará.
Antonio Bisquert 1-06-2016
Antonio Bisquert 1-06-2016